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Creer que un banco regala dinero.
Hace
un tiempo leí en el periódico El Mundo que “cientos
de personas acudieron a los cajeros de CajaCanarias en Tenerife
porque corrió el rumor de que la entidad regalaba dinero por un
error informático”.
“La
razón de la confusión creada es una consecuencia de la integración
de CajaCanarias y La Caixa. Las entidades habían notificado que los
movimientos en las cuentas entre el viernes y el sábado no quedarían
registrados al momento en sus saldos hasta que no se actualizaran los
sistemas”
En
el mismo diario y bajo el título de “El
magnate del silencio”
se dice de Juan March (Un famoso banquero español y una de las grandes fortunas del mundo) que “vendía
a los chicos más mayores caladas de cigarrillos a razón de cinco
céntimos cada una y comerciaba con cuanto caía en sus manos” (…).
”Un hombre al que guiaba un único lema: <<Diners o dinars>>
(Dinero o comida)” (…).
Pues... ese es el lema de cualquier entidad bancaria. Un banco no sólo no regala nada, sino que cobra por todo. Ya verán lo que les sucede como hayan dejado su cuenta al descubierto: tendrán que pagar un módico 10 % de interés. ¡Ay de quien se fíe de una entidad en cuyos mostradores están atados los bolígrafos!
Pues... ese es el lema de cualquier entidad bancaria. Un banco no sólo no regala nada, sino que cobra por todo. Ya verán lo que les sucede como hayan dejado su cuenta al descubierto: tendrán que pagar un módico 10 % de interés. ¡Ay de quien se fíe de una entidad en cuyos mostradores están atados los bolígrafos!
En
su último día de trabajo en el banco más poderoso del mundo
(Goldman Sachs) un brillante directivo, Greg Smith, afirmaba que
“en la actualidad los banqueros sólo piensan en hacer dinero a
costa de unos clientes que no son más que marionetas”. ¡Que
se lo pregunten a los afectados por las
participaciones preferentes!
Estos
ciudadanos se habrán pensado que son un partido político al que
se le conceden préstamos millonarios que luego se “condonan o
perdonan a cambio de nada”. O que son miembros del consejo de
administración de la Caja. De esos que cobran dietas de hasta cinco mil
euros por dos horas de reunión. Pero, tampoco hay que alarmarse porque según Yolanda Barcina - Expresidenta de Navarra - hace
poco “hasta
quien alicataba una obra ganaba bien” .
Pero
no, señores. Ustedes no son ni partido político ni miembros del
consejo de administración. Ustedes son "pobres" y por muchas comillas que le ponga, lo son; seguramente de esos
que dicen pertenecer a la “clase media”. Es decir, la media de todas las clases de pobres. Ustedes son el sostén de los
bancos. Si todos sus clientes fueran ricos, se iría el negocio al garete. Los ricos no pagan comisiones, ni esas cosas,
porque con una simple amenaza de llevarse el dinero a otra entidad, el asunto queda zanjado.
Además,
si el banco está en “peligro de quiebra”, ahí están los "pobres", en forma de Estado, para pagar con sus impuestos todos
los desaguisados que hayan podido cometer sus dirigentes.
En fin, que podemos sumarnos a "la indignación de los indignados" y proclamar con ellos aquello de: “Fíate de un banco y dormirás en él”.
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