lunes, 17 de abril de 2017

"DURAR MÁS QUE UN MARTILLO ENTERRADO EN PAJA". Por Alonso Martos.


Se aplica esta expresión a las personas longevas. En nuestra zona han sido personas que, generalmente, estaban delgadas y fibrosas; además eran muy activas. Parecía que se las iba a llevar el viento, pero en algunos casos han llegado a sobrepasar la centena de años.
 
En el siglo XIX, que alguien cumpliera cien años era casi un milagro, si tenemos en cuenta que la esperanza de vida en Andalucía rondaba los treinta años.
 
El periódico “El Enano”, publicaba en 1857, la noticia del fallecimiento de un hombre a la edad de cien años y ocho meses. ”Su ejercicio era vender granos y semillas, sus costumbres arregladas y de sentimientos religiosos, su complexión robusta...”
También “La Crónica Meridional”, en 1890, informaba del fallecimiento de un hombre a la edad de 125 años con 51 hijos.
En otro número, este diario, daba cuenta del fallecimiento en Carratraca (Málaga) de una vieja célebre, con 110 años. Célebre porque durante la Guerra de la Independencia "levantó una partida para ayudar a rechazar a los invasores. Al frente de esa fuerza armada se puso ella, dando tales muestras de valor, que se batió en primera línea y con bien certera puntería (...) Aunque el médico del pueblo certificó que dicha heroína habría muerto a los ciento diez años, créese con fundamento que su verdadera edad era la de 117. Conservaba la integridad de todas sus facultades, y aunque muy encorvada ya, por el peso de los años, se sulfuraba con frecuencia, dando con esto muestra de que conservaba un resto de su carácter varonil".
 
Actualmente, hay en España más de quince mil personas centenarias*, teniendo en común haber comido poco (pero sano) y trabajado mucho (trabajo físico). Ya se lo decía D. Quijote a su escudero Sancho: “Come poco, cena más poco, que la salud del cuerpo se fragua en el estómago”. Lo cual también queda condensado en el dicho popular: “De grandes cenas están las tumbas llenas”.

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(*) NOTA: La española Ana Vela se convierte en la persona más anciana de Europa a sus 115 años.
(…) Su posición como la persona más anciana de Europa simboliza el gran avance que ha experimentado la esperanza de vida en España. Según el Instituto Nacional de Estadística, en torno a 15.000 españoles superan actualmente los 100 años, el 80% mujeres y más del doble que hace 15 años. La OCDE sitúa a España como el país con mayor esperanza de vida al nacer con 83,2 años, solo por detrás de Japón, con 83,4 años. Cuando Ana Vela nació, la esperanza de vida para las mujeres era en España de 35,7 años. (El País, 17-04-2017).