miércoles, 13 de enero de 2016

VEREDAS HACIA LA GLORIA ETERNA. Por Alonso Martos.


En cierta ocasión se encontraron dos amigos a las puertas de una iglesia: uno, católico practicante y con algún apego al oficio de la clerecía, solía guardar los mandamientos de la Santa Madre Iglesia; el otro, más afín a lo juglaresco, andaba por este mundo un poco dejado de la mano de Dios.

Quizás la proximidad del templo  los indujo a entablar un cortés y amistoso debate acerca de la religión cristiana y, tras algunos dimes y diretes, concluyeron el mismo con una clara divergencia de puntos de vista. Preocupado y temeroso, - debió de quedar el primero - por que el amigo "juglar" andara por este mundo como oveja descarriada, poniendo en riesgo la salvación de su alma. Así que, al poco tiempo, le remitió una misiva que - nunca mejor dicho- rezaba así:

<<Te dedico un Padre nuestro, a secas, para ver si logro meterte en vereda:
Pater noster qui est in caelis, sanctificetur nomen tuum, advenia regnum tuum, fiat voluntas tua sic ut in caelo et in terrae. Panem nostrum cotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra, sic ut et nos dimitimus debitoribus nostris et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a mal>>.

Algún efecto debió de producir la citada oración, pues hizo reflexionar al destinatario, respondiéndole con una carta cuyo contenido transcribo:
 
  Querido amigo:
 
Si no supiera que eres un hombre letrado, habría podido confundirte con fray Gerundio Campazas, alias Zotes, ese personaje creado por el Padre Isla, que apenas conocía el castellano y predicaba en latín. Pero éste no es  el caso.

Excúsame por no responderte en dicha lengua, pues he descuidado su estudio y no quiero que me digan aquello de “necio que sabe latín, doble rocín”.


Me has hecho revivir mis tiempos de monaguillo, cuando el sacerdote, de espaldas a los fieles, oficiaba la misa en latín y nos quedábamos "in albis". Creo que fue un error la reforma de la liturgia y el abandono de esta lengua culta, porque como afirma Juan Goytisolo: "Los fieles que memorizan un credo sin entender lo que dicen disfrutan de la gracia inherente al misterio, y cuanto más ininteligible sea éste, mayor será su fe en él". Es el caso de aquella beata extasiada por lo bien que hablaba el cura, cuya prueba fehaciente era que ella no entendía nada.

Te agradezco sobremanera que veles por mi salud espiritual y, más concretamente,  por la salvación de mi alma, cubriendo un flanco que, posiblemente, estaba desguarnecido.
 
Gracias, asimismo, por tenerme en tus oraciones. Me confirmas que eres un hombre de fe. De mucha fe - diría -  pues es necesario tenerla para pensar que me puedes "meter en vereda” con un simple Padrenuestro que, para más “inri”, no entiendo.
 
Ardua tarea la tuya, amigo, como siempre lo fue la dedicación apostólica. Esto de convertir a los infieles es menester quijotesco y, por más que uno vea gigantes, los molinos, molinos son y luchar contra ellos es batalla perdida. Hoy las personas prefieren la mar océana, los cielos infinitos o las amplias autopistas a las estrechas y encorsetadas veredas, que sólo conducen a valles de lágrimas. Vivimos en unos tiempos en que a la gente le sobran <<Pater noster in caelis>> y le faltan <<Panem nostrum cotidianum>>.
 
Añádase a esto que las ovejas negras siempre tendemos a salirnos de las cañadas por lo que, además de negras, solemos ser descarriadas. No obstante, estoy  medianamente tranquilo por aquello de que “Dios escribe derecho en renglones torcidos”. Y es que los que andamos perdidos y errantes por los caminos que nos abocan al infierno somos unos bienaventurados: "Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido." (Mateo 18:11). En cambio, estaría muy preocupado si fuese un meapilas farisaico, porque es sabido que, aunque éstos siguen estrictamente la Ley de Moisés, Dios descendió a la casa del publicano y no a la del fariseo. Demasiada gente confunde la senda de la beatitud con la de la beatería. Lo que más ofende al Altísimo no son los ateos, agnósticos o descreídos en general, sino los que, fraudulentamente, se valen de su nombre para montar chiringuitos sin más ánimo que el beneficio material que proporciona “la venta de opio”. En algún sitio he leído que "Dios ha decidido darse de baja de todas las religiones"; y no me extraña en absoluto, dado el uso fraudulento que, en muchos casos, éstas han hecho de su nombre.
 
Dejemos, pues, que la gente se salga de las veredas;  que la ruta la marque el "libre albedrío" y el ingenio de cada uno; dejemos que las personas deambulen por el mundo transitando los caminos de la libertad, que tropiecen, que salven obstáculos ... que disfruten de los placeres mundanos … que vivan, en definitiva. Y como “todos los caminos conducen a Roma” - aunque algunos paguemos el peaje del Purgatorio -, cuando nos encontremos en la Roma Celestial, haremos balance de lo andado e intercambiaremos las experiencias que cada uno haya tenido en su trayecto. La única tristeza y pena que podemos sentir en el Paraíso, es la que nos producirán aquellos que no tengan nada que contar, por haber elegido una vereda demasiado angosta y oscura.
 
En fin, amigo, como no tengo una oración específica que sirva para reconducir a estos de la vía estrecha, sólo me queda pedirle a Dios que los guarde de transitar angostas veredas y caminos tridentinos, que siempre nos portan a la oscuridad y obnubilación de los ingenios.

Y por si te fuera de utilidad, para el mester de encaminar a los descarriados, te sugiero que en vez de remitirles un <<Pater noster>>, podría ser más efectivo enviarlos a conocer la vida del Vaticano, como ocurrió en el caso siguiente:
 
<<A mediados del siglo XIV vivía en París Giannotto de Civigni, un comerciante en paños, hombre honrado a carta cabal, amigo de un judío, también mercader, Abraham de nombre, que le igualaba en bondad y virtud. El cristiano se dolía de que persona tan virtuosa por no tener la fe verdadera estuviera condenada por toda una eternidad. Desde una creencia tan cruel, que la Iglesia ha tardado seis siglos en enmendar, renunciando al monopolio de que fuera de ella no habría salvación, Giannotto se esfuerza en convencer a su amigo de lo mucho que arriesga, si no se convierte. Bien, porque prevaleciese la amistad, bien porque le iluminase el Espíritu Santo, Abraham manifestó su intención de satisfacer al amigo, pero antes quería viajar a Roma para conocer de primera mano las costumbres del que se proclamaba nada menos que vicario de Dios en la tierra y las de sus hermanos, los cardenales.
 
Conociendo lo que Abraham descubriría en Roma, Giannotto pensó que todos sus esfuerzos habían sido en vano. Roma veduta, fede perduta (Roma vista, fe perdida). “Si observa la vida depravada e impía de los eclesiásticos, no ya no se hará cristiano, siendo judío, sino que, si cristiano fuese, judío de seguro se tornaría”.

Por lo que le contaron y lo que pudo observar, Abraham se convenció pronto de que en Roma todos pecaban por lujuria, no solo la natural, sino la sodomita, hasta el punto de que nada se podía conseguir sin la intervención de meretrices y efebos. Pero por encima de los placeres de la carne, sexo y gula, prevalecía la codicia, con tal afán de dinero que todo, hasta lo más sagrado, se compraba y se vendía. Si con este comportamiento de los eclesiásticos, desde los más altos a los más bajos, la Iglesia había sobrevivido catorce siglos, a Abraham no le cupo la menor duda de que contaba con el sostén decidido del Espíritu Santo y quiso bautizarse>>. (Ignacio Sotelo: La Dimisión. El País, 4-3-2013).



Que Dios te bendiga.
 
 


 

miércoles, 6 de enero de 2016

LA CANTINELA Y LA CANCAMUSA CATALANAS. Por Alonso Martos.


Quien piense que el “prucés” se acabará a corto o medio plazo, es que no sabe de qué va el vodevil nacionalista.  La música continuará, aunque sea con otros instrumentos o se interpreten nuevas canciones; si no suena la “inda ... inda … indapandènsia”, pues  cantarán el "Dret a decidir", con el valioso acompañamiento de los palmeros de Podemos, que también la incluyen en su repertorio.

Seguirá el estribillo victimista, el adoctrinamiento escolar, la recomendación del "voto en clau nacional" en los púlpitos, la búsqueda de traidores patrios para colgarles el sambenito de "fachas españolistas"...

La música, amigos, no puede parar porque entonces se acaba la fiesta. Se les acaba la fiesta a todos los que viven del cante y del "cuento nacional", que son legión: Patriotas de buchaca andorrana y comisionistas del "tres per cent", políticos libertadores  y pastores de pueblos; embajadores cuatribarrados e historiadores de lo nunca visto ni acontecido; "mikimotos", "bufones polacos", "raholas" y demás “comisarios políticos”  enganchados a la teta estelada; guardianes de las esencias patrias e intelectuales orgánicos paniaguados y genuflexos ; "xarnegos" conversos y serviles de "panxa" agradecida, enxanetas abanderados, collas sardanistas, televisiones  y periódicos del movimiento, generosamente amamantados con el sudor del contribuyente; monjas libertadoras y clérigos simoníacos, colmados de "favores"; pancartistas y organizadores de Diadas, funcionarios con meritaje "ele palatal" y sin compentencia – y, en muchos casos, incompetentes -, protegidos por el arancel laboral del idioma...

Y en esas sale al escenario el "presidenttador", acompañado de los "expresidenttadores", para anunciarnos el milagro de "la implementación de la república del nunca jamás"; después, amigos, habrá que complementarla, más tarde suplementarla y... así sucesivamente ... inventándose "palabros"  hueros, que no entiendan los imbéciles, para seguir viviendo a su costa como auténticos marajás.

Pero como siempre tiene que haber un aguafiestas, he aquí que aparece un agente del orden para colocar a cada uno en su sitio y llamar a las cosas por su nombre: "La república no existe, idiotas", les ha espetado en toda la cara. Y como no hay nada más molesto para los idiotas que llamarles por su nombre, pues ... les ha aguado la fiesta. ¡Pobre "mosso", la que le espera!

Mientras tanto...¡Camarero, sírvanos otra ronda; paga "el pueblo", que para eso lo estamos liberando!¡Menuda fiesta!