“Una
cosa no puede ser y no ser a la vez y en el mismo sentido” (Aristóteles: Metafísica).
En
Filosofía, es lo que se denomina “el principio de no
contradicción”. Es decir, que una proposición no puede ser
verdadera y falsa al mismo tiempo. Así, si afirmo que “Unió
Democrática de Catalunya se financió ilegalmente” (Caso
Pallerols) y lo contrario, una de las dos proposiciones ha de ser
falsa.
Hace
poco podíamos leer en el diario el País que “Unió
Democrática de Catalunya (UDC) ha
admitido que se financió ilegalmente
a través de unas subvenciones para la formación de parados
procedentes de la Unión Europea”.
Este
mismo diario nos informa que la Audiencia de Barcelona envía a
prisión a los condenados en este caso, pues “orquestaron
una trama dirigida a que parte de los fondos públicos” sirvieran
para “engrosar
las arcas” del partido democristiano,
que también fue condenado como responsable civil subsidiario y
“partícipe
a título lucrativo” en el fraude.
Al aceptar ese relato de los hechos, Unió
admitió haberse financiado de forma irregular
a costa de subvenciones para parados, pese a los esfuerzos
negacionistas de Duran i Lleida.
También
en el Periódico de Cataluña, la portavoz de UDC, Marta Llorens
reconoció que ese
dinero entró en el partido y que con él se sufragó mobiliario y
el alquiler de sedes
pero que la dirección “no
tuvo conocimiento alguno”
de estas corruptelas...
No
obstante, esta señora, declaró en Catalunya Radio y RAC1, que “no
hay financiación irregular
y queda claro que no hay responsabilidad directa de Duran, porque no
es ni acusado ni condenado. Unió tampoco es acusada ni condenada.
Por tanto, tiene absoluta coherencia con la respuesta que dio”.
(Refiriéndose a que, en el año 2000, Duran i Lleida afirmó que
dimitiría si se demostraba que había habido financiación irregular
de su partido). Además, dijo entender la inquietud ciudadana: “por
eso estoy dando explicaciones. Somos serios, aunque cueste
entenderlo”.
Pues
sí, cuesta entenderlo...¡Tendremos que solicitar el auxilio de los
dioses para que iluminen nuestras entendederas!
Pero el nudo gordiano
es la dimisión. Este señor, con tal de no dimitir, negaría la
existencia del propio Aristóteles. Juntando todas “las meriendas”
- que diría el Buscón – dejaría de percibir cerca de diez mil
euros mensuales y todos los “privilegios que conlleva la política”
en este país. Por eso algunos lo llaman “Durancell” porque su
cualidad más sobresaliente es, como las pilas, durar y durar en el
“sillón”.
En
su día, el señor Duran pidió disculpas y reconoció sentir
vergüenza y, pese a ello y a la asunción judicial, negó
en todo momento que Unió se financiara ilegalmente. Y
lo hizo argumentando que el partido desconocía las prácticas,
aunque uno de los implicados era el secretario de organización de la
formación, Vicenç Gavaldà.
Pero
hay más. Este señor ha considerado “sorprendente” que los
condenados tengan que entrar en prisión...Y ha remarcado que UDC es
perjudicada y no beneficiada en el caso...pues
el partido “se lucró de buena fe”.
Que
considere “sorprendente” que un político entre en prisión, es
normal, dado que es un hecho infrecuente, a pesar de los abundantes
casos de corrupción. Pero lucrarse es sacar provecho de un negocio,
y cuando se demuestra que es un “negocio ilegal” o derivado de
comportamientos delictivos, lo normal – en “una democracia
europea” - es la dimisión del presidente del partido. Sí, señor
Duran, lo ético sería dimitir, aunque sea una “dimisión de buena
fe”.
Independientemente
de que se conociera o no, para los que no vamos en coche oficial, si
parte del dinero destinado a la formación de parados “se desvía”
hacia el partido y se usa para pagar mobiliario, alquileres y
sueldos,
eso
se llama financiación irregular. Este es el hecho objetivo y
aceptado ante un juez.
Sorprende la miopía -
¿quizás ceguera de no querer ver? - respecto a lo que pasa en su
propia casa y la vista de lince para con los lejanos parados
andaluces.
Pues bien, amigos, de
lo que precede, parece deducirse que Duran i Lleida niega el
principio de no contradicción o pretende refutarlo, ya que el dinero
“sirvió para engrosar las arcas del partido”, pero éste no se
financió ilegalmente. Dicho argumento, formulado en los términos de
la lógica aristotélica sería: “UDC se financió ilegalmente pero
no se financió ilegalmente”.
El
sabio Avicena decía que “a
cualquier persona que niegue el principio de no contradicción, se la
debería golpear y quemar hasta que admita que ser golpeado y ser
quemado no es lo mismo que no ser golpeado y no ser quemado”.
Cuántas
“mentes nubladas” habrá en este país, para que este
pseudoabad
monserratino haya sido el político más valorado durante un largo
período de tiempo. Claro, que también cabe preguntarse cómo serán
los demás políticos si éste ha ocupado el primer puesto en la
clasificación.
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