sábado, 8 de agosto de 2015

POLÍTICOS SINCEROS. Por Alonso Martos.


Son, los bares, espacios del beber y del decir, donde las bocas se desbocan, las lenguas se deslenguan y la sutil bebida asciende al púlpito del cerebro a predicar. Allí se tejen alineaciones futbolísticas, se corrigen los fallos de los entrenadores y, en general, se arreglan los problemas del país, dejando sin faena a nuestros políticos.

En una de estas prédicas del foro de taburete y barra, he oído decir a bocas lenguaraces que nuestros diputados no dan un palo al agua o que los políticos mienten más que hablan. ¿Veis lo que pasa por hacerles su trabajo? Si nos dedicáramos a hablar de fútbol o de la situación carcelaria de Isabel Pantoja, que es de lo que sabemos realmente, sus señorías  no estarían tan ociosos.
 
Y es que hay amos que les gusta murmurar de sus empleados, sin reparar en la parte de culpa que les toca por haberlos elegido con su voto; de ahí el dicho: “el alcalde de mi pueblo, qué tonto que es; ¡cómo seremos nosotros que lo hemos elegido a él”!
Además, cabe recordar que las generalizaciones suelen ser compañeras del yerro. Habrá de todo, digo yo, porque algunos diputados se ganarán el sueldo; otros, a lo mejor, sólo una parte del mismo y puede que haya algunos que traba
jen tanto que luego aprovechen el escaño para dormir.
 
Respecto a las mentiras, cabe afirmar, del mismo modo, que puede haber políticos que  mientan y otros que digan medias verdades, que es la misma cosa. También los habrá que no digan lo que saben y aún serán más los que no sepan lo que dicen; muchos ocultarán la verdad y, en raras ocasiones, podremos toparnos con alguno cuyos niveles de sinceridad se salgan de lo común. 
Es el caso de aquel que dijo: <<Estoy en política para forrarme>>. ¡Medalla y diploma!
Sabido es que este señor es una excepción, porque la mayor parte de sus señorías no se dedican a la política por dinero, sino por "vocación de servicio". Estos diputados se conformarían con los 650 euros del salario mínimo interprofesional. Ahora bien, si el Estado les paga 5000 euros mensuales, más todo tipo de extras y dietas, no los van a rechazar, haciéndole ese feo al mismísimo Estado. Aunque sea a regañadientes y en contra de "sus principios", tendrán que aceptarlo. ¡Espíritu de sacrificio, se llama eso!

En esto de la sinceridad no le va a la zaga el ex alcalde de Valdemoro, José Miguel Moreno, que también nos ha hecho saber a través de una grabación judicial que diputados y recoveros se dedican a lo mismo: <<Estoy tocándome los huevos, que para eso me hice diputado>>.
No me digan que no es de monumento:¡Para quitar los leones del Congreso y poner una estatua de este señor tastándose los cataplines! Parece ser que el Señor Trillo sabía de lo que hablaba cuando pronunció, en sede parlamentaria, el famoso ¡"Manda huevos"! 

Clarito, clarito, habla D. José Miguel.¡Con dos cojones! - o con dos huevos, si son políticos - que para eso estamos en el país de Torrente.

 
PD: Sería interesante, por aquello de la "perspectiva de género", que el señor Moreno nos aclarase  qué se tocan las señoras diputadas.