viernes, 27 de noviembre de 2020

LAS MIGAS Y LA LLUVIA. Por Alonso Martos Sánchez.


Desde antiguo, el trigo ha sido la materia prima básica de nuestra alimentación. Cuando las trojes de los cortijos estaban llenas, el hambre y las penas se alejaban por aquello de que <<las penas con pan son menos>>Por eso en otoño los overenses se afanaban por expandir la semilla en nuestros campos, ya fueran de regadío o secano, y una vez labrados y tableados, tocaba esperar a que el cielo fuera generoso y las lluvias proporcionaran una buena cosecha. Así lo recogía el refranero campesino: <<Ara, siembra, escarda y espera, que Dios velará por tu sementera>>.

Al iniciarse la estación estival, las espigas bien granadas y los amarillentos tallos de las plantas nos anunciaban que había llegado la hora de realizar la dura tarea de la siega. Así que armados con hoces y dediles, toda la familia salía del cortijo al amanecer para cortar la mies. Amparados del sol por la <<rempuja>> (sombrero grande de palma), puñado a puñado, hacían las gavillas para formar los haces que serían trasladados a la era por las bestias en las amugas o el carro. Ahora sería el trillo el encargado de separar el grano de la paja; y acabada la trilla, el  molino esperaría al grano; la sarten a la harina y los comensales a las migas.

Aclaremos, por si alguien lo desconoce, que esta comida es muy popular y  está extendida por toda la geografía española, en sus distintas variantes. En el levante almeriense las migas pueden ser de pan duro o de harina – de maíz o trigo -, aunque estas últimas son más habituales. Se elaboran con harina, agua, aceite de oliva y sal, que mezclados directamente en una paila o sartén, se van deshaciendo al fuego con una rasera, hasta convertir la masa en unos pequeños grumos o migas. A los ingredientes citados, las cortijeras overenses más creativas, añadían uno o varios huevos batidos, amasándolas en una fuente y vertiendo la mezcla en la sartén; a esta variedad la llamaban blandines y eran más suaves y sabrosas.

El condumio miguero es muy versátil y se presta a un acompañamiento de productos variados. Buenos compañeros de viaje pueden ser las carnes (morcilla, chorizo, longaniza, panceta, torreznos, tajadas de magra y asadura, etc.), los pescados (bacalao salado, sardinas, boquerones, etc), los vegetales (pimientos secos fritos, asados, tomates secos fritos, rábanos, habas tiernas, ajos, aceitunas y diversas frutas, como granadas, uvas, mandarinas, etc), caldos como el remojón o el gazpacho e incluso podían tomarse con café o chocolate.

Tradicionalmente, en nuestra tierra, las migas se han asociado a la lluvia; sin embargo, parece ser que los distintos investigadores no han encontrado una clara explicación a esta costumbre. <<Coinciden sólo en una cosa: las migas son cosa de pastores que las preparaban en casa de madrugada, antes de partir hacia los campos con sus rebaños>>(1).

De igual modo, Adolfo Iglesias en <<El origen de la unión de migas y lluvia en Almería>>(2) tampoco nos clarifica del todo este ritual climático-gastronómico, cuando cita al antropólogo británico Jonh Winston Konigsberg que se interesó por el tema, concluyendo lo siguiente: <<Creo que no son sólo una comida, es una enorme celebración de la gente humilde de Almería que se une a otra fiesta, la llegada de la lluvia. Unen la tierra con el cielo a través de este ritual gastronómico. La lluvia es tan escasa en esta tierra cuarteada que no pueden dejar de celebrarlo con esa humildad del que pide sin esperar. Y agradecerlo>>.

Este carácter social y colectivo del mencionado evento culinario queda reflejado en la costumbre pastoril de <<hacer buenas migas entre compañeros>>, estrechando lazos con los mismos. Así, nos cuenta Antonio Fernández, anteriormente citado, que los días lluviosos, amparados en <<corrales, cuevas o refugios naturales llevaban una saquita de harina, unos ajos y una alcucilla de aceite, además de algo de tocino, algunos rábanos y aceitunas en salmuera>>, encendían fuego y preparaban esta energética comida que, cucharada va y cucharada viene, compartirían situados alrededor de la sartén.

Quizás convenga detenerse en el hecho de que, en los casos citados, la elaboración de esta comida corre a cargo de los hombres, un hecho excepcional en una sociedad donde la actividad culinaria era un menester femenino. Por ello, como los días de lluvia los hombres se quedaban en el cortijo, era un buen momento para echar una mano en la preparación de unas deliciosas migas, que serían compartidas en familia, dando las gracias al cielo por obsequiar a esta tierra, siempre sedienta, con la fuente de la vida.

Añadamos, finalmente, que la antigüedad y popularidad de las migas queda reflejada en algunas de nuestras obras literarias más universales como El Quijote, El Lazarillo de Tormes o El Buscón, entre otras, las cuales siempre mencionan esta comida como propia de gentes campesinas.

_________________________________________________________________

(1) Antonio Fernández: ¡HOY, MIGAS! La Voz de Almería, 22-10-2020. 

(2) https://almeriaisdifferent.com

martes, 10 de noviembre de 2020

LA INMERSIÓN LINGÜÍSTICA, ¿OBLIGATORIA? Por Alonso Martos.




No estoy en contra de la inmersión lingüística; es más, creo que, en determinadas circunstancias, es un buen método para enseñar idiomas. Pero sí me opongo y critico su obligatoriedad, que sea en una sola lengua y sólo para una parte de la población. Porque vamos a ver: si la inmersión en catalán es tan buena para los castellanohablantes, igual de excelente debería de ser la inmersión en castellano para los catalanohablantes. ¿No? Sin embargo, esta última no se lleva a cabo. ¿Por qué motivos? Muy sencillo: por razones políticas. Aquí de lo que se trata es de instrumentalizar la lengua en favor de la construcción de la <<nación étnico-cultural>>.

A diferencia de muchos nacionalistas catalanes, que sólo se han opuesto cuando ellos la padecían, yo siempre he sido contrario a la inmersión lingüística obligatoria en un sólo idioma. Porque hemos de saber que esto no es nuevo en España, ni lo han inventado los nacionalistas catalanes. El primer político que impuso la inmersión obligatoria en Cataluña - en castellano, claro está -  fue otro nacionalista: D. Francisco Franco Bahamonde; para más señas, Caudillo de España.

Entonces, los nacionalistas catalanes, tan defensores hoy de la inmersión, decían estas cosas:<<Hoy, nuestros hijos desconocen su idioma, porque en nuestras escuelas sólo se enseña el castellano. Esto constituye un crimen: lo primero es la infracción cometida con nuestros derechos como ciudadanos. Se nos arrebata el derecho a conocer nuestro idioma, se nos niega el derecho a aprender con él (…). Pero hay aún un segundo crimen, que resulta peor por inhumano: se tortura a nuestros niños durante los primeros años de escuela aprendiendo en una lengua que no es la materna>>.(1) 

Vemos, pues, cómo el nacionalcatalanismo invocaba entonces el derecho ciudadano a estudiar en la lengua materna e incluso apelaban a la UNESCO para recordar que <<Es axiomático que el mejor medio para enseñar a un niño es la lengua materna>>.(2) Obsérvese la paradoja: Cuando los niños catalanes no podían estudiar en su lengua materna - el catalán - durante el franquismo, esto era un crimen y una forma de tortura

No hacen falta muchas explicaciones: donde dice castellano, pongan catalán y podremos aplicarlo a lo que pasa actualmente en Cataluña. Es curioso: en la misma escuela que antes te obligaban a estudiar en castellano, ahora te obligan a estudiar en catalán. ¿Dónde está la diferencia? Ya  se sabe que los totalitarismos nacionalistas son hermanos o hermanastros; las mismas imposiciones antidemocráticas que perpetraba el franquismo en materia lingüística contra los niños catalanohablantes, hoy el nacionalismo catalán las lleva a cabo con los niños castellanohablantes. Exactamente igual. Bueno, o quizás no: la opresión lingüística actual cuenta con el apoyo entusiasta de la Iglesia catalana, de los socialistas y de otros grupos que se autodenominan de izquierdas; esa connivencia no la tuvo el régimen anterior. Ahora ya no es un crimen ni una tortura; ahora todo son rosas y flores o si lo prefieren, <<flors i violes>>. Así son los milagros de los carlistones tradicionalistas: han envuelto el excremento franquista en la bandera catalana y lo han convertido en una deliciosa tarta. Este averiado argumentario nacionalista, destinado a los bobos de solemnidad, ha sido comprado por la izquierda analfabeta española, tan antifranquista ella, y lo defiende con denodado empeño en las instituciones sin el menor sonrojo.

Pero el asunto es anterior al franquismo y ya fue tratado en la II República, ese régimen que hoy reivindican y toman como ejemplo tantos <<demócratas progresistas>>. En la Constitución de 1931 ya se declaró <<el castellano como idioma oficial  de la República>> añadiendo que <<todo español tiene la obligación de saberlo y el derecho a usarlo...>> y <<salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional>>(3)

Sin embargo, lo más curioso es que la Generalitat de Cataluña presentó ante las Cortes Generales un Estatuto en el que se defendía la obligatoriedad de que hubiese escuelas de enseñanza primaria con lengua vehicular en castellano en cualquier población catalana con más de 40 niños castellanohablantes.(4)

Finalmente se llegó a un consenso por la igualdad para que todos los ciudadanos pudieran tener la enseñanza en castellano, siendo la educación una competencia compartida con la Generalitat. De esta forma el gobierno de la República mantenía sus escuelas en Cataluña con el castellano como lengua vehicular y la potestad de abrir otras nuevas, sin perjuicio de que el gobierno catalán pudiera crear una red paralela con  el catalán como lengua vehicular, para todo aquél que, libremente, eligiera este tipo de enseñanza. Eso sí, siempre de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución.(5)

He aquí un modelo democrático, sensato, equilibrado y respetuoso con los derechos lingüísticos de TODOS los españoles. ¿No se podía haber copiado e implantado durante la Transición? Por la razón que fuese, no se hizo, probablemente porque el legislador no supo adivinar que debajo del cordero nacionalista <<moderado>> se escondía el lobo totalitario; y cometió el grave error de ceder, en exclusiva, las competencias de educación a las CCAA, sin advertir el peligro que esta medida conllevaría en el futuro.

Así, pues, cuando la ultraderecha nacionalista llegó al poder en Cataluña, trazó un plan de dominación y control social - Plan 2000 -, infiltrándose en todas las instituciones, asociaciones y demás entes colectivos; comprando a los medios de comunicación, mediante generosas subvenciones y sobre todo, controlando a la escuela. De esta manera, a través de las leyes educativas, planes y directrices emanadas de la Conselleria d'Educació se desplegó toda una estrategia de adoctrinamiento escolar, siendo el idioma y la historia sus aliados principales. Todo en aras de la construcción nacional; eso que el <<¿Molt honorable?>> Pujol  llamó <<fer pais>> (hacer país). Y de aquellos polvos, estos lodos.

Digno de estudio es la habilidad desplegada por la burguesía nacionalista catalana para infiltrarse en la dirección de los partidos de izquierdas, convirtiéndolos en unos perritos falderos, sumisos servidores y defensores de sus intereses. En este sentido, conviene recordar que el actual modelo de inmersión lingüística se lo debemos al gobierno tripartito de izquierdas presidido por el socialista José Montilla; quien para ser coherente y demostrar las bondades del sistema de inmersión, <<predicó con el ejemplo>> llevando a sus hijos al Colegio Alemán San Alberto Magno de Barcelona, donde según su esposa - Anna Hernández -, los alumnos sólo reciben una hora a la semana de catalán: <<Dan poco catalán, ésta es la verdad...pero ya lo supliré yo más adelante. Prefiero que sepan alemán; sólo por saber este idioma ya encontrarán trabajo. Es como tener una carrera>>. Afortunada ella que puede <<elegir>>, pero eso está vetado a los trabajadores, que tanto defienden.

Pero no queda aquí la cosa: Hace unos años, el periódico La Gaceta publicó que muchos de los Consellers del tripartito que impuso la inmersión también llevaron a sus hijos a colegios donde no regía este sistema: Manuela de Madre, entonces Vicepresidenta del PSC; José Zaragoza, del mismo partido, Joaqim Nadal, exconsejero de política Territorial, etc.

También en el ámbito del nacionalismo más rancio, xenófobo e intransigente, sus líderes tampoco quieren <<las bondades de la inmersión>> para sus hijos. Así, Artur Mas, que estudió en el Liceo Francés, llevó a sus retoños a la Escuela cuatrilingüe Aula; Oriol Junqueras estudió en el Liceo Italiano, un colegio de pago donde asisten sus hijos, y lo hacen, no es por nada, simplemente <<por tradición familiar, como yo>>, decía el líder de ERC y <<defensor de la escuela pública>>. Y ya, para poner la guinda al pastel, conviene destacar que La Pilar de Catalunyaesa señora encargada de vocear la mercancía nacionalseparatista en el mercadillo de TV3%, mandó a su hija a estudiar, nada menos que a Suiza, donde como todo el mundo sabe, la lengua de la enseñanza es el catalán. Se trata del Aiglon College, un colegio de élite donde estudió la hija de Amancio Ortega, la princesa Tatiana de Grecia o Alfonso de Orleans-Borbón. (6)

Obsérvese, pues, que los anteriormente citados, no sólo pueden calificarse de malos políticos, sino que como padres son peor, ya que quieren lo bueno para los hijos de los demás y lo malo para los suyos. He aquí la prueba más contundente de las bondades de la inmersión lingüística; <<un modelo de éxito, reconocido internacionalmente>>, según sus paladines.Tan exitoso sistema ha dado pie a los astutos nacionalistas para difundir el bulo de que los alumnos catalanes tienen un nivel de castellano por encima de la media española; y sólo con dos o tres horas semanales de castellano y sin niguna prueba homogénea en toda España que avale tal afirmación(7). ¿Se puede tener más dureza facial? Pero lo sorprendente - o no - es que semejante rueda de molino ha sido tragada sin pestañear por la <<bobería nacional>>.

No ha de extrañarnos, por tanto, que cuando nuestros políticos <<mesetarios>> visitan Cataluña, manifiesten su <<sana envidia>> por esa <<riqueza idiomática>> de la sociedad catalana, al expresarse indistintamente en catalán y en castellano. Ahora bien, son tan consecuentes e hipócritas como sus compañeros catalanes: No conozco a ninguno que haya mandado a sus hijos a estudiar a Cataluña - Galicia o País Vasco - para que puedan <<enriquecerse>> aprendiendo catalán - gallego o vascuence -; ellos prefieren enviarlos a Reino Unido para <<empobrecerlos>> aprendiendo inglés. ¡Qué padres tan pésimos!

Pues no, señores: ni es un modelo de éxito ni se da en ningún país del mundo, porque la imposición obligatoria de este sistema es una aberración y una barbaridad, como reconocen prestigiosos lingüistas y psicopedagogos <<independientes>; entre otras razones porque, de forma generalizada, las ciencias de la educación recomiendan la enseñanza en la lengua materna, como tambien lo hace la UNESCO. Sin embargo, en la Educación Infantil de las escuelas públicas catalanas, se imparten semanalmente, 24 horas en catalán, una en inglés y CERO en castellano. Más tarde, en Primaria, se introduce el castellano con 2 horas lectivas a la semana. Esta es la tozuda realidad que cada día niega a los castellanohablantes sus derechos lingüísticos inalienables, en todos los ámbitos institucionales autonómicos; y lo que es peor, los grupúsculos de <<catalibanes>> harán la vida imposible a los que se arriesguen a reclamarlos. Mientras, la mayoría de nuestros políticos de aquí y de allí - de casi todos los partidos -  miran para otro lado y dejan abandonada a su suerte a más de la mitad de la población de Cataluña.

Nada más pisar la escuela, en Cataluña, a los niños castellanoparlantes, se les da el cambiazo lingüístico, por lo que pueden darse situaciones de lo más variopintas. Así, en una clase de preescolar, la maestra mostrando la imagen de una <<papallona>> (mariposa), pregunta a una pequeña: 

- A ver, María, ¿qué es esto?:  - Un mariposa, seño, respondió la niña.

- No, no es una mariposa; es una papallona, dijo la maestra. A lo que la alumna, en un alarde de dominio diplomático, concluyó: - Bueno, señorita, será una papallona pero se parece mucho a una mariposa.

¡Vano empeño éste de forzar a los niños a que vean <<papallones>> donde sólo hay mariposas! Cuando salgan al patio se comunicarán libre y espontáneamente en su lengua materna, por más que algún <<catalibán>> les conmine a hacerlo en catalán. De esta manera, convirtiendo a dicho idioma en la lengua de la imposición, harán del castellano la lengua de la libertad.

Para concluir, y volviendo a la idea inicial, quiero dejar claro que no defiendo la supresión de la inmersión en catalán, sino que se ofrezca a cada comunidad la educación en su lengua materna, como recomienda la UNESCO, la psicopedagogía y el sentido común, evitando la antidemocrática, irrespetuosa y discriminatoria obligatoriedad a estudiar en catalán. Cabe preguntarse, entonces, cómo los impenitentes  defensores de la libertad de las naciones y del inexistente <<derecho a decidir>> son tan reacios a respetar las libertades individuales de los ciudadanos.¿En qué se fundamenta el miedo a la libertad de elección de lengua por parte de los padres? Sólo  en razones políticas; en el País Vasco, tan admirado por los nacionalistas catalanes, los padres pueden elegir entre varios modelos lingüísticos sin problema alguno.

¡Ya está bien de permanecer en silencio ante las astutas falacias y mentiras del nacionalcarlismo!


___________________________________________________________________________________________________________________________
 (1) BENET I MORRELL, Josep:“Combat per Catalunya autónoma”. Barcelona (1977).
Nacido en 1920, Benet fue militante del grupo nacionalista ilegal Front Universitari de Catalunya, fundado en la clandestinidad en 1947, y más tarde formó parte de CiU. En el año 2000, Jordi Pujol le otorgó la Medalla de Oro de Cataluña. Falleció en marzo de 2008.
(2) O. C.
(3) CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA DE 1931. TÍTULO PRELIMINAR. Artículo 4.
(4) Article 31. A totes les escoles primàries de Catalunya serà  obligatori l'ensenyament de l'idioma castellà. La Generalitat mantindrà escoles primàries de llegua castellana en tots els nuclis de població on, segons el darrer trienni, hi hagi un mínim de 40 infants de llengua castellana. En aquestes escoles s'ensenyarà la llenngua catalana.
(5) Artículo 50: Las regiones autónomas podrán organizar la enseñanza en sus lenguas respectivas, de acuerdo con las facultades que se concedan en sus Estatutos. Es obligatorio el estudio de la lengua castellana, y ésta se usará también como instrumento de enseñanza en todos los centros de instrucción primaria y secundaria de las regiones autónomas. El Estado podrá mantener o crear en ellas instituciones docentes de todos los grados en el idioma oficial de la República.
(6) Fuente: Dolça Catalunya, 23-2-2018.
(7) No existe una prueba homogénea para toda España, entre otras razones, porque los nacionalistas se oponen a realizarla. ¿Por qué será? Tampoco puede efectuarse un estudio comparativo serio con los exámenes de selectividad porque son diferentes en cada Comunidad Autónoma y las pruebas del Informe Pisa no sirven porque se hacen en catalán.