Según Charles Darwin, uno de los padres del evolucionismo, el hombre proviene de la evolución de los primates; o sea, que venimos del mono, como solemos decir vulgarmente. Pero ateniéndonos al comportamiento de determinadas personas, tengo serias dudas de que entre nuestros primates antepasados hayan podido existir individuos tan idiotas e imbéciles como algunos "homos sapiens" actuales.
Más dudosa me resulta aún la teoría creacionista, pues observando el comportamiento y la inteligencia de los susodichos especímenes, es absolutamente imposible que pudieran ser creados por Dios a su imagen y semejanza. Una Inteligencia Superior no puede crear unos seres tan carentes de ella.
En cualquier caso, sorprende sobremanera cómo el cerebro humano ha podido degenerar tanto para llegar a tal grado de idiotización; sorprende, empero, la sofisticación y el perfeccionamiento adquiridos por las técnicas de dominación, llegando a reducir el cerebro humano al tamaño de un granito de arroz.
Y si no, díganme: ¿Cómo puede entenderse que se haya puesto de moda el grito de Cristiano Ronaldo? O lo que es más grave:¿Cómo se explica que el pijama, que luce Belén Esteban en Gran Hermano, se haya agotado en el Corte Inglés en un santiamén?
En cualquier caso, sorprende sobremanera cómo el cerebro humano ha podido degenerar tanto para llegar a tal grado de idiotización; sorprende, empero, la sofisticación y el perfeccionamiento adquiridos por las técnicas de dominación, llegando a reducir el cerebro humano al tamaño de un granito de arroz.
Y si no, díganme: ¿Cómo puede entenderse que se haya puesto de moda el grito de Cristiano Ronaldo? O lo que es más grave:¿Cómo se explica que el pijama, que luce Belén Esteban en Gran Hermano, se haya agotado en el Corte Inglés en un santiamén?
No sé cómo es ese pijama, caro amigo; pero, visto el combate de embestidura, a mí ya no me extraña nada que pasen cosas tan raras y el país este de las mil danzas o inculturas siga funcionando...o algo así.
ResponderEliminarYa lo decía Machado, amigo: "En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa". En el "combate de embestidura" también ha habido mucho amor, con beso incluido; ¡vamos, de revista del corazón!
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