miércoles, 6 de enero de 2016

LA CANTINELA Y LA CANCAMUSA CATALANAS. Por Alonso Martos.


Quien piense que el “prucés” se acabará a corto o medio plazo, es que no sabe de qué va el vodevil nacionalista.  La música continuará, aunque sea con otros instrumentos o se interpreten nuevas canciones; si no suena la “inda ... inda … indapandènsia”, pues  cantarán el "Dret a decidir", con el valioso acompañamiento de los palmeros de Podemos, que también la incluyen en su repertorio.

Seguirá el estribillo victimista, el adoctrinamiento escolar, la recomendación del "voto en clau nacional" en los púlpitos, la búsqueda de traidores patrios para colgarles el sambenito de "fachas españolistas"...

La música, amigos, no puede parar porque entonces se acaba la fiesta. Se les acaba la fiesta a todos los que viven del cante y del "cuento nacional", que son legión: Patriotas de buchaca andorrana y comisionistas del "tres per cent", políticos libertadores  y pastores de pueblos; embajadores cuatribarrados e historiadores de lo nunca visto ni acontecido; "mikimotos", "bufones polacos", "raholas" y demás “comisarios políticos”  enganchados a la teta estelada; guardianes de las esencias patrias e intelectuales orgánicos paniaguados y genuflexos ; "xarnegos" conversos y serviles de "panxa" agradecida, enxanetas abanderados, collas sardanistas, televisiones  y periódicos del movimiento, generosamente amamantados con el sudor del contribuyente; monjas libertadoras y clérigos simoníacos, colmados de "favores"; pancartistas y organizadores de Diadas, funcionarios con meritaje "ele palatal" y sin compentencia – y, en muchos casos, incompetentes -, protegidos por el arancel laboral del idioma...

Y en esas sale al escenario el "presidenttador", acompañado de los "expresidenttadores", para anunciarnos el milagro de "la implementación de la república del nunca jamás"; después, amigos, habrá que complementarla, más tarde suplementarla y... así sucesivamente ... inventándose "palabros"  hueros, que no entiendan los imbéciles, para seguir viviendo a su costa como auténticos marajás.

Pero como siempre tiene que haber un aguafiestas, he aquí que aparece un agente del orden para colocar a cada uno en su sitio y llamar a las cosas por su nombre: "La república no existe, idiotas", les ha espetado en toda la cara. Y como no hay nada más molesto para los idiotas que llamarles por su nombre, pues ... les ha aguado la fiesta. ¡Pobre "mosso", la que le espera!

Mientras tanto...¡Camarero, sírvanos otra ronda; paga "el pueblo", que para eso lo estamos liberando!¡Menuda fiesta!

3 comentarios:

  1. ¡Qué bien analizada la situación que nos imponen els nostres germans de la Grand Catalonia...!¡Visca la llibertat catalana a cuenta d' els espanyols en nom de la fraternitat de la Revolutció Francesa tan querida por la burguesia catalana!

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  2. ¡Qué bien analizada la situación que nos imponen els nostres germans de la Grand Catalonia...!¡Visca la llibertat catalana a cuenta d' els espanyols en nom de la fraternitat de la Revolutció Francesa tan querida por la burguesia catalana!

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    1. Querido amigo: A veces, las liberaciones le salen muy caras a los “pueblos”, porque el trabajo de libertador es muy duro y heroico y, eso, hay que pagarlo bien. Añádase a esto que los procesos liberadores suelen tardar muchos años, lo cual hace que los “potencialmente liberados” sufran todo tipo de carencias y recortes por tener que destinar su dinero a pagar los altos emolumentos de los “héroes”. Sólo así se entiende que la familia Pujol haya acumulado la fortuna que, las “malas y antipatrióticas lenguas”, le atribuyen. Gracias por tu comentario.

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